martes, 8 de febrero de 2011

Poema del Renunciamiento - José Ángel Buesa

Pasarás por mi vida sin saber que pasaste.
Pasarás en silencia por mi amor, y al pasar,
fingiré una sonrisa, como un dulce contraste
del dolor de quererte... y jamás lo sabrás.

Soñaré con el nácar virginal de tu frente;
soñaré con tus ojos de esmeraldas de mar;
soñaré con tus labios desesperadamente;
soñaré con tus besos... y jamás lo sabrás.

Quizás pases con otro que te diga al oído
esas frases que nadie como yo te dirá;
y, ahogando para siempre mi amor inadvertido,
te amaré más que nunca... y jamás lo sabrás.

Yo te amaré en silencio, como algo inaccesible,
como un sueño que nunca lograré realizar;
y el lejano perfume de mi amor imposible
rozará tus cabellos... y jamás lo sabrás.

Y si un día una lágrima denuncia mi tormento,
-- el tormento infinito que te debo ocultar --
te diré sonriente: "No es nada... ha sido el viento".
Me enjugaré la lágrima... ¡y jamás lo sabrás!

lunes, 7 de febrero de 2011

El Amor - Manuel Gonzales Prada


Si eres un bien arrebatado al cielo
¿Por qué las dudas, el gemido, el llanto,
la desconfianza, el torcedor quebranto,
las turbias noches de febril desvelo?

Si eres un mal en el terrestre suelo
¿Por qué los goces, la sonrisa, el canto,
las esperanzas, el glorioso encanto,
las visiones de paz y de consuelo?

Si eres nieve, ¿por qué tus vivas llamas?
Si eres llama, ¿por qué tu hielo inerte?
Si eres sombra, ¿por qué la luz derramas?

¿Por qué la sombra, si eres luz querida?
Si eres vida, ¿por qué me das la muerte?
Si eres muerte, ¿por qué me das la vida?

domingo, 6 de febrero de 2011

Amar Sin Ser Querido - Manuel Gonzales Prada

Un dolor jamás dormido,
una gloria nunca cierta,
una llaga siempre abierta,
es amar sin ser querido.

Corazón que siempre fuiste
bendecido y adorado,
tú no sabes, ¡ay!, lo triste
de querer no siendo amado.

A la puerta del olvido
llama en vano el pecho herido:
Muda y sorda está la puerta;
que una llaga siempre abierta
es amar sin ser querido.

sábado, 5 de febrero de 2011

Vuelve Que No Puedo - Mariano Melgar

Vuelve, que ya no puedo
Vivir sin tus cariños:
Vuelve mi palomita,
Vuelve a tu dulce nido
Mira que hay cazadores
Que con intento inícuo

Te pondrán en sus redes
Mortales atractivos;
Y cuando te hagan presa
Te darán cruel martirio:

No sea que te cacen,
Huye tanto peligro.
Vuelve mi palomita,
Vuelve a tu dulce nido

Ninguno ha de quererte
Como yo te he querido,
Te engañas si pretendes
Hallar amor más fino.

Habrá otros nidos de oro,
Pero no como el mío,
Por quien vertió tu pecho
Sus primeros gemidos.

Vuelve mi palomita,
Vuelve a tu nido.

Bien sabes que yo, siempre
En tu amor embebido,
Jamás toqué tus plumas,
Ni ajé tu albor divino;

Si otro puede tocarlas
Y disipar su brillo,
Salva tu mejor prenda
Ven al seguro asilo.

Vuelve palomita,
Vuelve a tu nido.
¿Por qué, dime, te alejas?
¿Por qué con odio impío
Dejas un dueño amante
Por buscar precipios?

¿Así abandonar quieres
Tu asiento tan antiguo?
¿Con que así ha de quedarse
Mi corazón vacío?

Vuelve palomita,
Vuelve a tu dulce nido.
No pienses que haya entrado
Aquí otro pajarillo:
No palomita mía,
Nadie toca este sitio.

Tuyo es mi pecho entero,
Tuyo es este albedrío;
Y por ti solo clamo
Con amantes suspiros.
Vuelve palomita,
Vuelve a tu dulce nido.

Yo sólo reconozco
Tus bellos coloridos,
Yo sólo sabré darles
Su aprecio merecido,

Yo sólo así merezco
Gozar de tu cariño;
Y tú sólo en mí puedes
Gozar días tranquilos.

Vuelve mi palomita,
Vuelve a tu dulce nido.

No seas, pues, tirana;
Haz ya paces conmigo:
Ya no de llorar cansado
Me tiene tu capricho.

No vuelvas más, no sigas
Tus desviados giros;
Tus alitas doradas
Revuelvan, que ya expiro.

Vuelve, que ya no puedo
Vivir sin tus cariños,
Vuelve mi palomita,
Vuelve a tu dulce nido

viernes, 4 de febrero de 2011

Deificación - J. De Dios Peza

¿No lo sabes aún? ¿No te lo dice
Esta existencia que el dolor devora;
El alma que en la ausencia te bendice;
El corazón que en el silencio llora?

¿Tu corazón de virgen no presiente
Que es la deidad del corazón de un hombre;
Que anhlea mi alma trémula y ardiente,
Besar tu labio y repetir tu nombre?

¿Es sólo una ficción de mis dolores
Lo que todas mis horas acompaña?
¿Son tu eterna desgracia mis amores?
¿Dime, mujer, el corazón se engaña?

¿Siempre hallarán mis plantas los abrojos
Que hay en la soledad de mi destino?
¿Por q, entonces, pasaste ante mis ojos?
¿Por q te apareciste en mi camino?

Bástome consagrarte una mirada
Para encender en mí la fe perdida,
Para darte con mi alma enamorada
Todo mi porvenir, toda mi vida

Las flores de mi amor, una tras una,
Cayeron para alfombra de tus huellas,
Y surgiste en la noche de mi cuna,
Vertiendo paz y derramando estrellas.

¿Por q te ví, para perder la calma,
Si eres tan bella, tan gentil, tan pura,
Que son pocas las lágrimas del alma
Para dar un tributo a tu hermosura?

Yo te amo: te lo dice en un lamento
Todo mi ser q en esperanza arde;
Junto de ti doblega al sufrimiento,
Y soy, sin ti, para sufrir cobarde.

Si pudieras amarme, te daría
En cambio de ese amor... lo que quisieras:
Mis goces con mis lágrimas primeras,
Mi propio corazón, la vida mía.

Mírame... con tu imagen q de hinojos,
Le pido, al contemplarla, reverente,
Si quiera una mirada de tus ojos
Que abrase mia alma, al alumbrar mi frente.

Óyeme, te idolatro... No es mi suerte
Para unirse a la tuya: en mí no existe
Más q miseria, desencanto, muerte,
Y un débil corazón, triste, muy trsite.

Tú eres ángel del bien: cruzas la tierra
Con tus alas de azur, siempre tranquilas,
Mientras que mi alma lánguida no encierra
Más luz q la q guardan tus pupilas.

Tú no podrías amarme: ¿cuándo ha unido
Sus olas el remanso transparente?
Al arenal q el ábrego ha extendido
Bajo las palmas del desierto ardiente?...

¿Cuándo se unió la noche con la aurora?
¿Cuándo se unió a la tarde la mañana?
Mira mi corazón... por eso llora
Su loco ensueño y su esperanza vana.

jueves, 3 de febrero de 2011

Consumiendo Productos Defectuosos... - Tokki

Menos de una semana y tu recuerdo me deja un sensación extraña. Confieso q, el ver tu rostro frío y tenue, aunq al comienzo tuvo un efecto alucinógeno, ha dejado heridas profundas en mi.
Me pregunto sobre tus actos y de quien te rodeas, q marchas al parecer, sin importarte nada atrás.
¿Acaso serán ilusiones mías los instantes q paso a tu lado?¿Tan ficticios los pensamientos q creo cosas en lugares ya ocupados?¿O serán verdad quizás?Tal vez tu lo sepas mejor, aunq creo q te equivocas en tu idea de plasmarlo.
Tal vez estoy muy rencoroso hoy, pero sea como fuere, de algo estoy seguro, y es q tus errores q no son pocos, sin darte cuenta, dañan a los q más te quieren. Ojalá no sea muy tarde para cuando tu mente se centre en la cordura, pues me dolería mucho el verte llorando en soledad x aquellos q x egoísmo dejaste tirados atrás. X aquellos q ignoraste, x aquellos q no supiste valorar.
Si tan sólo hubiera una operación para quitarse la ceguera del corazón, hasta buscaría con gusto cualquier doctor o medicina si eso te volviera a como eras antes. Entonces, dejaría de extrañar a esa niña dulce, tierna y tímida q algún día conocí, q x inmadurez perdí.
¿Pero de q me sirve lamentarme?¿De q me sirve quererte?¿Protegerte?Si el brillo de tus ojos, constante antes, intermitente hoy,sólo logra ponerme triste, ¿Si sólo logra q escriba tonterías como ésta?Tal vez espero q se malogre el motor de tu brillo y deje su luz en encendido para así poderme sentir vivo un instante, un segundo, queriendo y sufriendo...viviendo el amor.
Desgraciadamente o felizmente, ese sentimiento no alarga tanto como antes su fecha de vencimiento, parece q sus fabricantes cometen errores en su elaboración, lo cual extiende su fecha de uso sólo hasta el día en el q el sentimiento x un defecto de fábrica, logra la decepción de su consumidor. Desde ese día, el consumidor insiste, voluntariamente o no, en seguir probando el sentimiento, tratando de encontrar ese sabor del inicio, el sabor q lo cautivó, sin darse cuenta de lo imposible del asunto, ya q después de cada probada, al final este último, x muy optimista q fuese, sólo espera q llegue el defecto de fábrica para q vuelva a él la decepción. Entonces, terminada cada prueba, el consumidor lamenta su decisión al preferir 100pre el producto de la misma fábrica, pero metido en terquedad, vuelve con la rutina, esperando algún día, encontrar de nuevo el sabor q lo hace regresar... 

miércoles, 2 de febrero de 2011

La Úlima Cita - J. De Dios Peza

Recuerda la vez aquella:
Mi labio encendido al tuyo,
La noche apacible y bella,
En cada nube una estrella,
Y en cada flor un cocuyo;

Llena de rubor, de miedo,
Junto de mí te veía,
Y hablabas quedo, tan quedo
Que sólo yo saber puedo
Lo que tu alma me decía.

Quiero olvidar, pero en vano,
Ese instante soberano
De nuestra antigua pasión;
Libro q dejó tu mano
Escrito en mi corazón.
¡Una flor y un sol de estío!
Al calor del desvarío
Abriste tu alma esa noche,
Para guardar en su broche
Todo el sentimiento mío.

¡Como olvidar q, rendida
Al más amargo quebranto,
Trémula, triste, afligida,
Con la faz descolorida,
Llenos los ojos de llanto;

Como el q al dolor resiste,
Como el q oculta un pesar,
Alzaste el rostro, me viste,
Y escuché un adiós tan triste,
Q no lo puedo olvidar!

Era la revelación
De una triste decepción,
De una ausencia q sería
La sombra q apagaría
Los sueños de mi corazón.

¡Ah! ¡separarnos los dos,
Cuando uno del otro en pos,
Hallaba ventura y calma!...
Q triste sonó en el alma
Aquella palabra: ¡Adiós!

¡Ver aislada una existencia
Q se había en otra fundido;
Arrebatarle su esencia;
Darle una sombra la ausencia;
Darle un sepulcro el olvido!

Era un libro ignorado
Nuestro sino desgraciado.
Amar, y después...sufrir,
Ser un alma en el pasado,
Y dos en el porvenir.

Con tu adiós dejaste mudo
Al corazon q allí pudo
Oírlo, sufriendo ya;
Era el último saludo
Del q nunca volverá.

¿Q hice al oírte? Confieso
Q tan amargo dolor
Aún queda en el alma impreso.
¡Q triste es juntar a un beso
Un adiós desgarrador!

Me deslumbraba tu encanto;
Al mirarnos, nuestro ser
Era un astro, un fuego santo.
¡Q triste es mirarte tanto,
Para no volverse a ver!

Nada huye del pensamiento:
¡Q horrible fué aquel momento
Q nos vino a separar!
Cada frase era un lamento.
Cada suspiro un pesar.

Y ví como te alejabas,
Y cómo, al irte, dejabas
Un alma donde hubo dos...
Si era verdad q me amabas,
¿Por q me dijiste adiós?